jueves, 4 de febrero de 2010

Corrupción en antros

INSEGURIDAD
4/febrero/2010

*Salvador Cabañas, una víctima más
*Autoridades del DF, en entredicho

El tema de los antros en el Distrito Federal es una de esas páginas oscuras dentro de las cuales muy pocas autoridades —delegacionales o policiacas— quieren, o les gusta, hurgar. Boquete de irregularidades, el asunto está ligado a la componenda, la corrupción, la complicidad. Venta de drogas y asalto a visitantes ingenuos cuyas tarjetas son saqueadas vil y descaradamente por empleados y propietarios de esos lugares del vicio, más que del esparcimiento o el entretenimiento (tampoco sitios para la diversión juvenil, aunque muchas de ellas pasen por bares o discotecas; o para fiestas y eventos). Pero los hay de diverso tipo, y al alcance de bolsillos flacos o pudientes, como el sonado caso del bar Bar, para “chavos bien”.
Los antros están ligados, también, con el alcohol adulterado y el tráfico del sexo, porque muchas mujeres —en “calidad de importación”, por las diversas nacionalidades; la trata de personas se encarga— son introducidas para ejercer la prostitución. Anomalías que aparecen siempre, por supuesto, bajo la sospecha de las autoridades encargadas de vigilar la operación de estos “establecimientos mercantiles”. Además de la delegación Cuauhtémoc, se extienden en otras como V. Carranza, Coyoacán, Álvaro Obregón e Iztapalapa. Por no citar su proliferación en todo el DF.
La participación de varias de las bandas del crimen organizado y del narcotráfico en el DF, la complejidad misma de la ciudad de México y en general la zona conurbada —la tierra de nadie—, los sitios aledaños o las colindancias del DF-Edomex, es terreno fértil para la proliferación de este tipo de “negocios” que atraen ingenuos bajo el eslogan del “no cover”.
En esos sitios pueden ocurrir imprevistos que terminan en violencia, o hasta en muerte. Y cualquier tipo de escándalos, convertidos en tragedia, para mucha gente inocente. Entre algunos casos, de los más sonados por terribles, destaca el incendio del 20 de octubre del 2000, en el bar Lobohombo, donde perdieron la vida 22 jóvenes y el dueño del llamado “cártel de giros negros” (el Titanium y muchos otros bares también de su propiedad), Alejandro Iglesias Rebollo, quedó impune. Pese a ser acusado de homicidio doloso, lesiones y lenocinio. Juicio sin cárcel. Inmunidades de la justicia.
Y en junio 2008, cuando en el News Divine, ubicado en Eduardo Molina, en la Gustavo A. Madero, también perdieron la vida por “asfixia” 12 personas, entre ellos dos policías y un judicial, por taponar la entrada del lugar. Un “operativo” mal operado por la Secretaría de Seguridad Pública del DF.
Eso sí, cuando estuvo al frente del gobierno en el DF el regente último, Óscar Espinosa Villarreal, se culpaba con frecuencia al PRI por la proliferación de estos centros del vicio, pero el tema no es menor desde que está gobernando el PRD, bajo la figura de los jefes de gobierno. Incluso ha ido en aumento. Y expandiéndose a otras demarcaciones porque antes era más señalada, por ejemplo, el caso de la delegación Cuauhtémoc.
Ya lo dijo recientemente, con motivo del escándalo del bar Bar, donde fue agredido el paraguayo y jugador de futbol, Salvador Cabañas, el presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Discotecas, Bares y Centros de Espectáculos (ANIDICE), que agrupa a mil 600 establecimientos, Ismael Rivera: los propietarios de antros y bares pagan cuotas a las autoridades para poder operar después de la hora permitida por la ley; actos de corrupción que son propiciados por la Ley de Establecimientos Mercantiles, que está en total desacuerdo con la realidad. En sus palabras: “Las autoridades capitalinas en general han dejado operar a los centros nocturnos bajo un horario tolerado que bien a bien no es el mejor formato para los empresarios, ya que esto genera actos directos de corrupción por parte de las autoridades”.
Y a raíz, precisamente, de ese incidente del lunes 25, que ha puesto al borde de la muerte al futbolista del club de futbol América, Cabañas, se destapó la cloaca de los antros. Ahora sí llegaron los operativos y la autoridad policiaca del DF encontró todas las “irregularidades” habidas y por haber para “clausurar”. La SSP-DF dijo que al menos 110 trabajan con anomalías. Como siempre: después del niño ahogado… Pero como bien lo declaró un empleado del dicho antro, en esos días posteriores de la agresión con arma de fuego, por el identificado como José Jorge Balderas (una de sus seudónimos porque tiene más), el Jota Jota, al jugador: “Estamos bien parados”. Se entiende que con las autoridades y/o, en este caso, como lo destapó Proceso de esta semana, un antro donde los propietarios están en “sociedad” con la empresa Televisa.
La nota suscrita por la reportera Gloria Leticia Díaz destripa las relaciones de contubernio, entre el (o los) hermanos propietario del bar Bar, Simón Charaf Medina y Emilio Azcárraga Jean, el hijo de El Tigre. Las relaciones de negocio, la participación de artistas de esa empresa en el lugar, el centro de un reality show, de los que tanto promueve la televisora “El bar provoca”. A donde acudían estrellas del espectáculo, algunos junior. Se ha dicho que Cabañas asistía con frecuencia al sitio, y en compañía de la esposa.
El caso que ha cimbrado a muchos, gracias a la profusa difusión de los medios particularmente la pantalla chica, es llamado por la revista semanal como “La tragicomedia de Televisa”. El caso Salvador Cabañas quedará como uno más. Alejandra Barrales, la líder de la mayoría perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ha dicho que se revisará la ley de establecimientos mercantiles. Eso resulta más que urgente.
Pero la corrupción en los antros seguirá avanzando. Relumbrón el cierre coyuntural de la SSP-DF. Volverán a funcionar con esa peligrosa “normalidad” de costumbre. El contubernio seguirá cobrando víctimas. El peligro para los jóvenes es un asunto de vida o muerte. En tanto muchos de los casos generados en esos “espacios mercantiles”, han caído en el olvido para la Procuraduría capitalina.

Contacto: sgb33@hotmail.com

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